Por Azaria
Debes saber, amado…
Me habita un dolor incesante,
en mis maletas no hay más que sueños
y hay violencia en mi memoria,
amado mío, te diré…
Que tengo manos astutas
y mis piernas son fuertes,
soy experta en despedidas
tanto como en re-comienzos,
mi boca no ha besado lo suficiente
y tengo bajo la almohada
guardados todos mis miedos.
Nací con las alas rotas,
pero me aviento a volar.
No fui objeto de Cupido,
pero ¡amo los “para siempre”
tanto como les temo!
Y me temo en ocasiones,
cuando tiemblo, como ahora,
que tengo miedo de amarte y de ser correspondida.
Tengo miedo de que tú quieras anclar en mi vida.
*Imagen tomada de Pixabay.
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