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Anime y manga 2000-2010

Por James Fredy Bernal Peña

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“よろしくお願いします” Yoroshiku onegaishimasu.

Queridos hermanos, sean todos bienvenidos a navegar en este mar de palabras. Al abrigo de esta cofradía conformada a base de pluma y tinta.

Veremos un nuevo paisaje dibujado por un arte que llega al apogeo de su historia. 

Arrebújense, revisen el fuego, siéntanse cómodos, acompáñense con una buena taza de su bebida favorita y dejémonos llevar.

Ahora sí, nos fuimos. 

Los 2000: La odisea en el corazón del anime y el manga

La década de 2000 a 2010 fue una época dorada para el anime y el manga, con obras que no solo redefinieron el medio visualmente, sino que también establecieron nuevos paradigmas narrativos y literarios. Desde estructuras narrativas innovadoras, hasta el desarrollo profundo de los personajes. 

Los estudios apostaron por una nueva narrativa basada en la perspectiva del escritor, dejando que llevara las riendas de la historia. Las mesas de trabajo construidas en la primera década de los noventa en donde se confrontaban ideas y se determinaba un rumbo claro para la historia, en pro del bien económico y dejando el espacio justo a la parte creativa, fueron modificadas separando al escritor y a sus asistentes. Pero ¿quiénes son estos asistentes? 

Para finales de los noventa el escritor comenzó a ser apoyado en los temas específicos dando muy buenos resultados. Normalmente pensamos que quien escribe solo se dedica a eso, pero es bien sabido que ningún escritor es docto en todos los temas que se manejan en una historia, cabe aclarar que hay algunas excepciones. Dicho esto, se debe tener en cuenta que parte del ejercicio de escribir trae consigo momentos de investigación, donde se dejan de lado la pluma y la tinta para pasar al autoabastecimiento de conocimientos sobre ciertos temas específicos. 

El escritor pasó a ser la cabeza de un equipo encargado de crear el argumento. La trama principal, como las secundarias, no se establece al azar. No es capricho del escritor encaminar la historia de determinada manera. No obstante, en ocasiones se cometen errores, que son corregidos por el equipo que sugiere desde diferentes puntos de vista un piso que establezca la situación. 

Así como no todas las historias son iguales, aunque sea vital que compartan bases como el Bushido y el Camino del Guerrero, el trabajo del equipo de escritura es hacer que todo tenga un sustento para el lector o espectador. No se puede tener siempre un equipo constante para la escritura del anime o del manga, y muchas veces el escritor no tiene tiempo para conseguirlo. 

Es aquí cuando aparece el corrector de estilo, quien se encarga de revisar el trabajo de escritura solicitando el apoyo de un gran número de personas: psicólogos/psiquiatras, ingenieros de sistemas, botánicos, físicos, matemáticos, astrónomos, astrofísicos, sociólogos, entre otros. Claro, su trabajo no es más que ayudar a sustentar lo que el proyecto requiera, pero con la premisa de que esto no influya más de lo necesario en la historia y es potestad del escritor modificar o no la historia. 

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Danny Choo, CC BY-SA 2.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0>, via Wikimedia
Commons

Narrativas complejas y experimentación estructural

Uno de los rasgos más destacables de esta década fue la experimentación narrativa en el manga y el anime. Obras como Death Note (2003) y Code Geass (2006) introdujeron estructuras narrativas no lineales y juegos de perspectiva que recuerdan a la literatura posmoderna. Además, estas series utilizaron estrategias como narradores poco confiables y giros argumentales abruptos, características presentes en obras literarias clásicas.

Por otro lado, Higurashi no Naku Koro ni (2002) llevó el concepto de la narración fragmentada a un nuevo nivel, utilizando diferentes líneas temporales y versiones de los mismos eventos, una técnica que evoca a escritores como Haruki Murakami y Jorge Luis Borges.

En estos animes podemos ver la utilización y adaptación de estilos literarios definidos, probando nuevas alternativas para llevar una historia, en gran medida gracias al apoyo de los sociólogos. También encontramos personajes mucho más elaborados, únicos y definidos, llenos de matices e imperfecciones, logrando que las personas se identificaran con ellos y que llegaran a ser amados, odiados, temidos y admirados  (Los psicólogos y psiquiatras están detrás de esta parte).

Creo que ya podemos intuir quiénes influyeron en los saltos espacio temporales, aplicando conceptos que en la década anterior eran netamente imaginativos.  

Construcción de personajes y profundidad psicológica

La exploración psicológica fue un elemento fundamental en el anime y manga de esta época. Ejemplos clave incluyen Neon Genesis Evangelion (1995, pero con su final reconstruido en The End of Evangelion y Rebuild of Evangelion en los 2000s), y Monster (1994-2001), donde los personajes poseen una profundidad psicológica que recuerda grandes novelas de la literatura universal.

Otro caso notable es Welcome to the NHK (2002), una exploración cruda de la ansiedad social y la alienación moderna, temáticas recurrentes en la literatura contemporánea. La historia presenta a un protagonista atrapado en su propio aislamiento, evocando los dilemas existenciales de novelas de autores como Fiódor Dostoyevski o Franz Kafka.

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Esby (talk) 19:31, 11 June 2010 (UTC), CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-
sa/3.0>, via Wikimedia Commons

Simbolismo y carga filosófica

El simbolismo y las referencias filosóficas fueron elementos clave en muchas obras de esta década. Fullmetal Alchemist: Brotherhood (2009) es un excelente ejemplo de cómo un manga puede fusionar acción con profundas reflexiones sobre la humanidad, la ética y el sacrificio, conceptos que pueden vincularse con el pensamiento de Friedrich Nietzsche y otros filósofos existencialistas.

Asimismo, Ghost in the Shell: Stand Alone Complex (2002) continuó explorando temas de identidad y conciencia en la era digital, influenciado por teorías filosóficas de Jean Baudrillard y René Descartes, así como por literatura ciberpunk como Neuromante de William Gibson.

Temáticas sociales y crítica cultural

El manga y el anime de esta época también se convirtieron en vehículos de crítica social y exploración de problemas contemporáneos. Nana (2000) ofreció una introspección sobre la juventud japonesa, la independencia femenina y las complejidades de las relaciones humanas con una narrativa digna de una novela moderna.

Por su parte, Eden: ¡It’s an Endless World! (1998-2008) abordó cuestiones como la biotecnología, el terrorismo y la corrupción política con un realismo crudo, reminiscentes de las distopías literarias de George Orwell y Aldous Huxley.

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燃灯, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons

Principales obras del anime y manga (2000-2010)

Durante esta década, se crearon múltiples obras influyentes que marcaron un antes y un después en la industria:

  • Death Note (2003) – Un thriller psicológico con una estructura narrativa innovadora y una fuerte carga filosófica sobre la justicia y el poder.
  • Code Geass (2006) – Una mezcla de política, estrategia y dilemas éticos en una historia de rebelión.
  • Fullmetal Alchemist: Brotherhood (2009) – Una exploración profunda de temas como el sacrificio y la humanidad en una narrativa bien estructurada.
  • Higurashi no Naku Koro ni (2002) – Un thriller de terror psicológico con una estructura narrativa fragmentada.
  • Monster (1994-2001) – Aunque comenzó en los 90, su impacto se consolidó en los 2000 con su adaptación al anime (2004).
  • Welcome to the NHK (2002) – Un retrato crudo de la alienación social y la ansiedad contemporánea.
  • Nana (2000) – Una introspección sobre la juventud y las relaciones humanas.
  • Eden: It’s an Endless World! (1998-2008) – Un manga de ciencia ficción con elementos políticos y filosóficos.
  • Ghost in the Shell: Stand Alone Complex (2002) – Una exploración de la identidad en la era digital.
  • Gurren Lagann (2007) – Una epopeya de crecimiento personal con una narrativa inspirada en el heroísmo clásico.
  • Bakuman (2008) – Un metarrelato sobre la industria del manga con una estructura narrativa realista.
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Nine_algorithmically-generated_anime- style_artworks_created_from_a_single_Stable_Diffusion_prompt.png Benlisquare, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons

La tecnología en la sociedad 

Durante esta década, los avances tecnológicos permitieron mejorar la calidad de animación en las producciones. Series como Ghost in the Shell: Stand Alone Complex y Fate/Stay Night (2006) mostraron una integración más fluida del CGI con la animación tradicional. Los estudios también exploraron nuevos estilos visuales, como el caso de Gurren Lagann, con una animación más expresiva y exagerada.

Además, la llegada del HD permite una mayor fidelidad en detalles y colores, lo que se reflejó en obras como Fullmetal Alchemist: Brotherhood y Eden of the East (2009). El diseño de personajes también evolucionó, destacando estilos más realistas en series como Monster y Nana, en contraste con diseños estilizados de producciones como Tengen Toppa Gurren Lagann y The Melancholy of Haruhi Suzumiya (2006).

La expansión global y el éxito comercial durante esta década llevaron al manga y al anime a una expansión global significativa. Franquicias como Naruto (1999-2014) y Bleach (2001-2016) se volvieron fenómenos internacionales, consolidando el anime en el mercado occidental. Plataformas de streaming como Crunchyroll comenzaron a ganar popularidad, facilitando el acceso legal a estos contenidos fuera de Japón.

El éxito de películas como El viaje de Chihiro (2001), que ganó un Premio Óscar, también contribuyó a que el anime fuera visto como una forma de arte respetada a nivel mundial. Asimismo, la adaptación de mangas y animes en live-action en Japón y otras partes del mundo ayudó a expandir aún más la influencia de estas historias.

En los 2000, el anime y el manga se diversificaron en términos de géneros y audiencia. Mientras que el shōnen mantuvo su popularidad con títulos como One Piece y Fairy Tail (2006), el género seinen ganó más reconocimiento con historias como Monster y Black Lagoon (2006), dirigidas a un público más maduro.

Por otro lado, los animes de slice of life y romance, como ¡Toradora! (2008) y Clannad (2007), tuvieron un gran auge, mostrando narrativas más enfocadas en la vida cotidiana y las relaciones interpersonales. Asimismo, el género de terror y suspenso experimentó un renacimiento con títulos como Higurashi no Naku Koro ni y Paranoia Agent (2004).

Ahora hagamos una pequeña comparación con las décadas anteriores:

En comparación con las décadas de 1980 y 1990, los años 2000-2010 representaron una evolución en la complejidad narrativa y en la profundidad temática del anime y el manga. En los años 80, series como Dragon Ball (1984) y Saint Seiya (1986) popularizaron estructuras narrativas lineales con protagonistas clásicos de desarrollo heroico. Aunque estas historias tenían elementos mitológicos y referencias culturales, se centran más en la acción y la aventura que en la exploración psicológica.

En los años 90, obras como Neon Genesis Evangelion (1995) y Berserk (1990) comenzaron a profundizar en la psique de los personajes y a abordar temas filosóficos, sentando las bases para la narrativa introspectiva y psicológica que definiría la siguiente década. Sin embargo, en los años 2000 se consolidó un mayor énfasis en el simbolismo, los dilemas morales y las estructuras narrativas fragmentadas, como se ve en Death Note o Higurashi no Naku Koro ni.

Mis queridos hermanos, hoy debemos detenernos. Ya hemos avanzado bastante, hemos recorrido un largo trecho que nos pone apenas a unos años de la conocemos. Creo que es momento de descansar y ya nos volveremos a ver en una próxima ocasión.

Queridos hermanos, me despido como siempre deseándoles que se encuentren bien, que puedan seguir su propio Camino del Guerrero y que este se iluminado por la fuerza de los samuráis. 

Quien los quiere siempre bien se despide, prometiendo volver en muy corto tiempo. 

Un abrazo desde la fría pero sensata distancia. 

James “Sagara” BernalPeña

**Créditos imagen principal: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Akihabara_laox_building.jpg
Danny Choo, CC BY-SA 2.0 &lt;https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0&gt;, via Wikimedia
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