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Anime, manga y literatura: cuando los clásicos cobran vida (1970-1989)

Por James Fredy Bernal Peña
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よろしくお願いします Yoroshiku onegaishimasu

Mis queridos hermanos de cofradía, como ya es habitual nos reunimos para comenzar esta nueva etapa. 

Dejemos que este mar de letras desdibuje el paisaje mientras nos regodeamos en la magnificencia del conocimiento. Así que acérquense y sean todos bienvenidos a esta nueva entrega.

Ahí vamos, compañeros, espero que les agrade este viaje tanto como a mí al escribirlo.

El anime, como forma de arte, ha sido un medio fundamental para la narración de historias en Japón, evolucionando a lo largo de las décadas con influencias culturales, filosóficas y literarias profundas. 

Entre los años de 1970 y 1989 se llevó a cabo una de las más grandes transformaciones del anime y el manga, no solo en términos de técnica, sino también en su narrativa y profundidad literaria. Durante estas dos décadas, el anime pasó a ser un medio dirigido al público en general.  

Este arte comenzó a especializarse en diversas categorías, llegando a las generaciones más jóvenes quienes encontraron no solo una forma de entretención, sino también una manera de conectar con nuevas formas de pensamiento y cultura. 

El anime y el manga dejaron de lado los temas holísticos, para dar paso a adoptar influencias de la literatura clásica y moderna de occidente.

Esta evolución estuvo marcada por la llegada de varios autores y creadores que contribuyeron en gran medida a establecer los preceptos de estos tipos de arte, partiendo de la narrativa literaria en una forma visual y dinámica, así como estableciendo temas y estructuras que resonaban al unísono con el Bushido, el código de honor samurái.

En los años 70, la narrativa de las historias comenzó a cambiar de forma definitiva, podemos apreciar el crecimiento en términos de calidad narrativa y exploración de temas maduros. 

Con una narrativa más profunda, el anime se afianzó como una medio serio y artístico, que, aunque nunca dejó sus raíces (como el Heike Monogatari), comenzó a incorporar temas ajenos a la tradición y cultura nipona (como la ciencia ficción y la fantasía). Esto inspiró nuevas aventuras de la mano de quienes para mí realmente marcaron un gran cambio. 

Aunque ya nombramos a estos autores en el artículo anterior (El anime y el manga: una mirada desde la literatura), ahora vamos a tomar sus obras más representativas y ver cuál fue el cambio que propusieron para el anime y, por supuesto, para el manga también:

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Mural_Studio_Ghibli_en_Aguascalientes_con_grafiti_enci
ma_01.jpg Luis Alvaz, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons

Hayao Miyazaki:

  • Obras: Lupin III: El Castillo de Cagliostro (1979), Nausicaä del Valle del Viento (1984), El Castillo en el Cielo (1986), Mi Vecino Totoro (1988).
  • Contribución: Miyazaki introdujo narrativas complejas y personajes bien desarrollados, sentando las bases para su trabajo posterior en Studio Ghibli. 

Si bien Miyazaki ya venía participando en obras de manga muy tradicionalistas, nunca se había atrevido a probar con el anime, pero lo hizo bajo sus términos, con personajes definidos y un estilo muy propio, probándose a sí mismo y a los demás que el anime no solo cuenta historias, sino que las desarrolla al mismo tiempo que sus a personajes. 

  • Arquetipos literarios: aventura, justicia y humanismo.

Como pueden apreciar, estos arquetipos tienen un sentido más occidental y derivan de la culturización de Japón, temas que al desarrollarse combinan el Hagakure, y por ende el Bushido, con temáticas novedosas dejando ver un nuevo enfoque cultural más abierto y menos tradicionalista. 

Podríamos decir que Hayao Miyazaki sentó las bases de su carrera con obras que combinaban narrativas profundas, animación detallada y temas universales. Películas como Nausicaä del Valle del Viento, El Castillo en el Cielo y Mi Vecino Totoro no solo definieron su estilo, sino que también establecieron los estándares para el anime moderno. Estas obras son un testimonio de su habilidad para fusionar la literatura, la fantasía y la realidad.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Leiji_Matsumoto_train_@_Seibu_Line_(11340285956).jpg Guilhem Vellut from Annecy, France, CC BY 2.0 <https://creativecommons.org/licenses/by/2.0>, via Wikimedia Commons

Leiji Matsumoto:

  • ObrasSpace Battleship Yamato (1974), Galaxy Express 999 (1978).
  • Contribución: Matsumoto combinó la ciencia ficción con una sensibilidad poética, explorando temas como la soledad, el amor y la búsqueda de significado.

Como ya lo había mencionado, es el mejor de los tres, al menos para mí.

Les diré el porqué, mis queridos hermanos. Matsumoto no solo les dio un estilo definido a sus dibujos, sino que sus historias marcaron el camino de la ciencia ficción en el anime japonés. Resulta que este autor fue el primero en mostrar atmósferas definidas en la inmensidad del espacio; no mostró un espacio colorido, sino distante y frío. Tomó a sus personajes y los hizo reaccionar a su particular universo, fue el pionero en contemplar lo que la soledad del espacio haría en un personaje y obligó a éste a actuar en consecuencia. 

En cuanto a su estilo de dibujo, puedo decir que su trabajo por varios años dibujando cuentos románticos para jóvenes japonesas —esas historias gustaban por sus dibujos muy detallados y vestimenta a la moda— fueron pieza clave al momento de plasmar su estilo en el anime. 

Contempló a sus personajes como actores dentro de una novela y les dio personalidades definidas como los actores de cine en la vida real. De ahí que sus obras siempre tengan los mismos personajes desarrollando diferentes roles. 

  • Arquetipos literarios: Épica, nostalgia y filosofía existencial.

 Podemos decir que Matsumoto mezcló la filosofía occidental y el desarrollo tecnológico con la filosofía japonesa. Le dio una visión futurista al Bushido.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Osamu_Tezuka_Manga_Museum_5.jpg Kekero, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons

Osamu Tezuka

Y por último Tezuka, considerado el dios de manga, ahora incursionando en el anime: 

  • Obras: Astro Boy (Tetsuwan Atom) (1963-1966, con reediciones y películas en los 70 y 80), Black Jack (Película, 1979), Phoenix 2772 (Película, 1980), Único (Películas, 1979 y 1983), Jungle Emperor Leo (Kimba, el León Blanco) (Serie, 1965-1966, con reediciones y películas en los 70 y 80).
  • Contribución: Tezuka creó personajes con motivaciones y conflictos internos, personajes multidimensionales, como Astro Boy (entre la humanidad y la robótica) y Black Jack (entre la ética y la moral). También utilizó estructuras narrativas innovadoras con técnicas cinematográficas, como flashbacks y múltiples puntos de vista para enriquecer sus historias.
  • Arquetipos literarios
  • Ética y moralidad: Obras como Black Jack y Astro Boy exploran dilemas éticos y cuestionan el valor de la vida.
  • Humanidad y tecnología: Tezuka anticipó debates actuales sobre la inteligencia artificial y la relación entre humanos y máquinas.
  • Ciclo de la vida y la muerte: En Phoenix, Tezuka aborda temas como la reencarnación y la eternidad, inspirándose en la filosofía y la mitología. 

Osamu Tezuka consolidó su legado como uno de los creadores más influyentes del anime y el manga. Sus obras, como Astro Boy, Black Jack y Phoenix, no solo entretuvieron, sino que también exploraron temas profundos y universales, fusionando la narrativa literaria con el arte visual.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Amazon_Locker%C3%97Gundam_Seed_at_Lawson_Higas
hi-Osaka_Takaidamotomachi.jpg
Mr.ちゅらさん, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons

Como nos podemos dar cuenta, durante la década del 70 y 80 las narrativas se volvieron más largas y complejas, la influencia de la literatura universal comenzó a ser adaptada tanto en el manga como en el anime.

Para ser más preciso, estos grandes cambios que revolucionaron el arte durante la década del 70 se fueron refinando con muchos autores que recibieron esta nueva forma de ver el anime y se arrojaron a probar con sus propios estilos. Nombrare algunos para referenciar quienes fueron los herederos de los autores que ya nombramos (solo que no nos detendremos, porque cada uno de estos es un universo diferente, que ya revelaremos con el tiempo):

  • Katsuhiro Otomo:
    Obras: Akira (1988).
    Contribución: Akira revolucionó el anime con su narrativa compleja y su animación detallada, influenciada por la ciencia ficción distópica.
  • Rumiko Takahashi:
    Obras: Urusei Yatsura (1981), Maison Ikkoku (1986).
    Contribución: Takahashi combinó comedia romántica con elementos sobrenaturales, creando historias con personajes bien desarrollados.
  • Yoshiyuki Tomino:
    Obras: Mobile Suit Gundam (1979-1980), Zeta Gundam (1985).
    Contribución: Tomino introdujo temas políticos y filosóficos en el género mecha, creando narrativas complejas.

Los años 80 vieron la consolidación del anime como un medio narrativo maduro, con una mayor diversidad de géneros y temas llenos de influencias literarias, en donde la ciencia ficción distópica, la fantasía épica y la literatura clásica japonesa continuaron inspirando las historias.

Las narrativas más oscuras y complejas aparecieron en obras como Akira y Grave of the Fireflies donde se exploraron temas como la distopía, la guerra y la pérdida. Las Adaptaciones literarias en formato de películas como Grave of the Fireflies (basada en la novela de Akiyuki Nosaka) llevaron la literatura al anime, para decantar en una exploración de la psicología humana en formatos más largos (series) como Neon Genesis Evangelion (aunque lanzada en los 90, influenciada por los 80).

Pues bien, de momento hemos llegado al final de este episodio. Por hoy hemos terminado, quiero como siempre invitarlos a que encuentren la inspiración en hombros de gigantes, como los son estos autores y miren lejos en el horizonte, quizás se descubran redefiniendo el género y, por qué no, sea uno de ustedes el próximo dios del anime y el manga. 

Desde esta fría distancia, les envío mi más caluroso abrazo, recuerden que siempre los quiero bien. Por ahora nos decimos adiós y espero volver a encontrarlos en este camino. 

Cuídense mucho y hasta la próxima. 

James “Sagara” BernalPeña.

james.linotipia@gmail.com.

*Créditos imagen principal:

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Otari_Village_Library_ac_(12).jpg AsturioCantabrio,CC BY-SA 4.0 &lt;https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0&gt;, via WikimediaCommons

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