Manga, anime y cultura japonesaServicios editoriales

El Hagakure, el samurái y su influencia en el manga

Por James Fredy Bernal Peña
enlace a los artículos anteriores: https://linotipia.com/category/editoriales/manga-anime/


Estimados viajeros ávidos de conocimiento sean todos bienvenidos a este nuevo recorrido por la historia japonesa, el manga y el anime. Nuevamente nos encontramos en la fraternidad solemne de quienes navegamos en este mar de letras.

Siéntanse como en casa y disfruten de esta nueva entrega, acomódense que nos fuimos

Una de las razones por las cuales el anime y el manga llegaron a ser tan influyentes en la cultura occidental la encontramos en el periodo Meiji, que no fue otra cosa que una guerra brutal y despiadada por la reunificación de Japón. Pero vamos un poco más atrás, antes del periodo Meiji la historia de Japón pasó por cinco shogunatos, en los que quien mandaba era el Shogun. Se podría decir que él era el gran señor feudal de la época. 

Los shogunatos se refieren a los períodos durante los cuales un shogun (un general militar o líder supremo) gobernó efectivamente Japón en lugar del emperador. Estos shogunatos abarcaron desde el comienzo del shogunato Kamakura en 1192 hasta el final del shogunato Tokugawa en 1868.

El Shogun representaba el poder central en un periodo llamado Bakufu. Él dictaba las leyes y la justicia de la época. 

Los períodos de gobierno por shogunatos en la historia de Japón pueden entenderse más como una serie de cambios en el liderazgo militar y el poder político que como una secuencia específica de cambios estructurales en la sociedad. Los períodos más significativos de cada gobierno shogunal son:

Shogunato Kamakura (1185-1333): establecido por Minamoto no Yoritomo, fue el primer shogunato reconocido y marcó el comienzo de un gobierno militar en Japón.

Shogunato Ashikaga (1338-1573): también conocido como la era Muromachi, fue otro período de gobierno shogunal que vio el ascenso de los shogunes de la familia Ashikaga.

Sengoku Jidai (Período de los Estados en Guerra) (1467-1568): durante este tiempo, hubo un período de intensos conflictos y guerras civiles en Japón entre diferentes clanes y señores feudales con poca autoridad en el poder central. Aunque se reconoce como una era shogunal, aquí no hay establecido un shogun como tal, sino varios de estos peleando por el poder.  

Shogunato Azuchi-Momoyama (1568-1573): Una era de transición que siguió al período Sengoku, culminando en la unificación del país bajo el liderazgo de Toyotomi Hideyoshi.

Shogunato Tokugawa (1603-1868): Establecido por Tokugawa leyasu después de la Batalla de Sekigahara en 1600, este shogunato fue uno de los más duraderos y significativos en la historia japonesa, caracterizado por su política de aislamiento y estabilidad interna.

Estos períodos representan algunos de los momentos más importantes en los que el poder político y militar en Japón estaban centralizados en un shogun. 

La historia japonesa está marcada por una serie de cambios y períodos de gobierno que involucran al liderazgo shogunal. El shogunato Tokugawa es especialmente relevante debido a su duración prolongada y a la estabilidad que aportó al país durante gran parte de ese período. Duró hasta la Restauración Meiji en 1868 cuando el poder fue devuelto al emperador y se abolió el sistema feudal en Japón.

Ahora bien, los shogunes dividían su poder en pequeñas regiones llamadas daimyos, cuyos líderes se llamaban igual. Estas regiones sólo se debían al shogun y este las dividía en varios territorios, que se denominaban han, al igual que sus líderes. Cabe aclarar que cada territorio tenía sus propias leyes y sistemas de justicia. 

Para que nos quede más claro, la sociedad feudal de Japón se dividía de la siguiente manera: 

Emperador (Tenno): 

Máximo líder supremo. El emperador era la figura más alta en la jerarquía social y política de Japón. Considerado como la cabeza del Estado, ostentaba un estatus simbólico y religioso, aunque durante gran parte de la historia japonesa tuvo un poder limitado en comparación con otros líderes como los shogunes.

Shogun: 

El shogun fue el líder militar supremo en Japón durante ciertos períodos de la historia. Ejercía el poder político y militar real, actuando como el gobernante de facto del país. No obstante, el emperador seguía siendo la figura nominal en la cúspide del poder.

Daimyo: 

Los daimyos eran señores feudales que gobernaban sus propios dominios llamados también daimyos. Eran vasallos del shogun y tenían un estatus más bajo que el shogun, pero más alto que la mayoría de los samuráis.

Han:

Un han (todos los han eran samuráis) era el señor de un territorio que formaba parte de un daimyo, aunque con leyes propias. 

En resumen, el emperador era la figura simbólica más alta en la jerarquía, el shogun era el líder militar supremo, los daimyos eran señores feudales que controlaban a los han (señores feudales de menor rango). Cada uno tenía su propio papel dentro de la estructura de gobierno y poder en Japón durante diferentes períodos de la historia.

Esto nos pone en contexto para lo que se viene. 

La mayoría de los daimyos eran samuráis y su doctrina se denomina con la palabra Bushido. Esto es importante tenerlo claro para efectos del manga y el anime. 

Al término del último shogunato y entrada la era Meiji, Japón dejó de ser un sistema feudal, por consiguiente, había que reunificar el imperio del sol naciente en una nación bajo un solo gobierno, con un solo sistema económico y de justicia. Es entonces cuando comienza una guerra larga, brutal y despiadada entre lo tradicional y lo moderno. Es allí cuando los daimyos salen a relucir bajo el nombre de samuráis, sirviendo a diferentes shogunes que luchaban por el poder. Con dicha guerra llega el fin de la era de los shogunatos.

Todos estos personajes de la historia cobran fama en nuestro mundo por su particular manera de ver la vida y de vivirla, cosa que influyó enormemente en la sociedad japonesa y, por qué no, en el planeta entero, ya que en ellos encontramos valores que muchas veces pasan desapercibidos en nuestra propia historia, valores que trascienden a través de los siglos, valores que forman la base y el pilar fundamental del manga y el anime. 

La palabra samurái cobra sentido más allá de ser un guerrero, más allá de ser un asesino, formando una idea de mundo perfecto enmarcado en valores para vivir en equilibrio entre el espíritu y la realidad de una sociedad. 

Así que el manga comienza a llenarse de esos valores que a continuación trataré de nombrar y desglosar, presentes en cada historia que leemos y vemos, ya sea de manga o anime.

Comencemos por saber un poco más de aquel código bajo el que vive el samurái.

La palabra samurái (también escrito como “samurai” en romanji japonés) proviene del japonés “” que se pronuncia “samurái”. Este término se refiere a los miembros de una clase social y militar prominente en la historia de Japón, que se desarrolló durante el período Heian (siglo VIII) y tuvo su apogeo durante el período feudal japonés.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Samurai_(15764411267).jpg
madras91, CC BY 2.0 <https://creativecommons.org/licenses/by/2.0>, via Wikimedia Commons

El significado literal de la palabra “samurái” es “el que sirve” o “el que sirve al señor”. Los samuráis eran guerreros entrenados, con un código de conducta ético y moral, conocido como Bushido, que gobernaba su vida y acciones. Eran hábiles en el combate cuerpo a cuerpo, maestros en el manejo de diversas armas y estaban al servicio de un daimyo (señor feudal) o un líder a quien juraban lealtad absoluta.

La identidad del samurái estaba profundamente arraigada en el Bushido, un conjunto de principios éticos que incluían la lealtad, el honor, la disciplina, la frugalidad, el valor y la valentía; así como el respeto y la autocontención. Estos principios formaron la base del código de conducta de los samuráis y regían su comportamiento tanto en tiempos de guerra como en la vida cotidiana.

A lo largo de la historia japonesa, los samuráis jugaron un papel crucial en la sociedad, la política y la cultura. Aunque el período feudal haya llegado a su fin, su legado y sus ideales éticos siguen siendo recordados y admirados en Japón y en todo el mundo aún hoy en día.

Como ya lo mencioné, los samuráis seguían un conjunto de reglas llamadas Bushido, traducido como “la vida en un respiro”, un conjunto de valores éticos y morales que guiaban su comportamiento y su vida. Se consideraba esencial para un samurái seguir el Bushido, tanto así que estos principios eran fundamentales en su entrenamiento, código de conducta y forma de vida.

Este poderoso código se complementó con otro código que a su vez acogió al Bushido, en principio sin tener relación. 

Dicho código se recopiló bajo el nombre de “Hagakure”. El Hagakure es un texto escrito en el Japón del siglo XVIII, específicamente durante el período Edo. Fue compilado por el samurái Yamamoto Tsunetomo que agrupó y registró las enseñanzas y pensamientos de su maestro Tsunetomo, quien a su vez era un samurái del clan Nabeshima en Hizen.

Yamamoto Tsunetomo comenzó a escribir el “Hagakure” (cuyo nombre completo es “Hagakure Kikigaki” o “Hagakure – Las Hojas Ocultas”) en 1710 y lo continuó hasta 1716. Este libro ofrece una visión profunda de la mentalidad samurái: sus valores, la ética del guerrero y las enseñanzas para vivir y morir con honor según los códigos y la disciplina de los samuráis.

El “Hagakure” se convirtió en un texto icónico y se hizo famoso como una guía para la vida y la moral samurái. Ofrece un vistazo a la forma en que los samuráis veían el mundo y cómo entendían su código de conducta, incluso en tiempos de paz, cuando el rol del samurái como guerrero disminuía. 

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Nabeshima-Secretary-Hagakure-The-Analects-Bushido-Book.png
大木陽堂 (1939), Public domain, via Wikimedia Commons

El samurái seguía estos códigos que complementaba con la apropiación de los siguientes términos que eran parte integral de lo que era ser un samurái:

Lealtad: 

Los samuráis juraban lealtad inquebrantable a su señor feudal (daimyo) y estaban dispuestos a dar sus vidas por él.

Honor: 

Valoraban el honor y la reputación sobre todo. Buscaban mantener su dignidad y reputación personal, así como la de su familia y señor.

Disciplina: 

Se esperaba que los samuráis mantuvieran una disciplina estricta en sus prácticas, ya sea en la guerra o en su vida cotidiana.

Frugalidad: 

Los samuráis vivían una vida sencilla, practicando la frugalidad y evitando el lujo y el derroche.

Valor y coraje: 

Demostrar valentía en el campo de batalla y enfrentar la muerte con dignidad eran características esenciales del samurái.

Respeto: 

Mostrar respeto a los superiores, compañeros y, en general, a todos los miembros de la sociedad era una parte fundamental del código de conducta del samurái.

Autocontrol: 

Los samuráis debían mantener el autocontrol emocional, incluso en situaciones desafiantes o estresantes.

https://www.pinterest.com.mx/pin/439734351097089041/

Ahora, recapitulemos para poner un poco más claro el asunto. Los samuráis eran una orden cerrada de carácter militar y, como tal, las órdenes se acataban, no se permitía hasta este punto estar en desacuerdo o dudar de las acciones que le eran encargadas. Pero esto genera otras aristas que quiero poner en conocimiento de ustedes, mis queridos amigos. 

¿Qué pasa cuando un samurái no está de acuerdo con su han, o su daimyo o con el shogunato?

Pues es simple, se pierde el honor y luego la vida mediante un “harakiri” o “seppuku”, pero dejen que les hable sobre estos dos términos. 

“Harakiri” y “seppuku” se refieren al mismo acto ritual de suicidio por desentrañamiento, pero la diferencia está principalmente en origen del término y su evolución histórica.

“Seppuku” es el término original japonés que se refiere al suicidio ritual de un samurái o persona de clase alta como un acto de honor para evitar la vergüenza o el castigo público por un delito, una derrota en batalla o como una forma de protesta. La palabra “seppuku” se compone de “seppu” que significa “corte abdominal” y “ku” que significa “matar” o “morir”.

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ako_Gishisai_De09_09.jpg
Corpse Reviver, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons

“Harakiri” es la versión más comúnmente conocida en occidente para referirse al mismo acto de suicidio ritual. Es una palabra derivada del japonés, pero escrita en katakana, el silabario japonés utilizado para transcribir palabras extranjeras. Por lo tanto, “harakiri” es la romanización del término japonés “seppuku”.

En resumen, una de las diferencias principales entre “harakiri” y “seppuku” radica en el término utilizado para referirse al mismo acto de suicidio ritual japonés, siendo “harakiri” la versión romanizada del término original “seppuku”.

Si bien en la semántica los términos nos llevan al mismo final, el ritual sí cambia al momento de la práctica, pues lo que se busca proteger y salvaguardar es el honor, y con esto evitar posibles tachamientos sociales que pueden llevar a la estigmatización de los “protegidos” (tómese como las personas a las que se debe el samurái, sean familiares o no) así como también que se les rinda homenaje al momento de su muerte, dándole la oportunidad de morir en su ley.

Dependiendo de la situación los rituales cambian del Harakiri al Seppuku. El primero consiste en la autogeneración de una herida abdominal que comprometa los órganos vitales y el paciente termina por morir desangrado por sus propias manos. Esto es reconocido como una forma de morir en su ley, pero sin honor y sin quien lo asista a postrimeras de su muerte. En cambio, en el Seppuku había otro samurái que asistía a quien se iba a quitar la vida y le cortaba la cabeza para mitigar el sufrimiento. 

Utagawa Kunikazu, Public domain, via Wikimedia Commons

Con esto nos podemos dar cuenta de que el ser samurái tiene un alto grado de disciplina y no es algo que se pueda tomar a la ligera.

Tenemos entonces todo un panorama que puede resumirse en lo que yo llamaría samurái versión 1.0 y que es casi completa, esta versión del samurái sigue y acata las órdenes de su señor y no puede dudar, encontrando muchas veces un desequilibrio entre la parte espiritual y la realidad social. 

Bueno, esto fue todo de mi parte, al menos por hoy. Espero se hayan divertido, como yo lo hice escribiendo estas palabras. Ahora debemos parar, recobrar el aliento para poder seguir.

Pero descuiden seguramente nos veremos, o mejor, nos leeremos en la próxima etapa.

Sin nada más que agradecer su compañía, les deseo mucha suerte, cuídense y un abrazo de mi parte, quien los quiere siempre bien.

James “Sagara” Bernalpeña.

Créditos imagen principal:

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sake_gift_certificate_samurai_woodblock_print.jpg

self-scanned; original author unknown, public domain, via Wikimedia Commons

Comment here