Blackout

Por Francisco Javier Méndez

Que todo se apague. Que no haya luz, que no haya ruido. Solo negro, un negro mudo, donde no hay imágenes, tampoco sonidos, ni siquiera los sonidos de mis pensamientos. Un descanso de verdad, un colapso en todo el sentido de la palabra. Quiero derrumbarme como un edificio, para después ir recogiendo los escombros de a pocos y pegarlos uno a uno, hasta volver a ser algo parecido a un ser humano.

Estoy consciente, condenadamente consciente. Las especulaciones, el método científico, los pensamientos irracionales. Todo me aturde, incluso el verde de la montaña que se ve a lo lejos. Los recuerdos, los planes y las tareas pendientes son una carga que me quita el aire. La cabeza me va a estallar. Ojalá estallara. Ojalá mis sesos volaran, ojalá se dividieran en los átomos que los componen, al tiempo que se combinan con los elementos. Flotar en la nada, ese es mi deseo, ser parte de la nada, o del todo, que es lo mismo.

Me aburre el lugar común de ser siempre un organismo. Quisiera perderme en el firmamento, como el humo del cigarro que me estoy fumando. Pero no puedo, simplemente no puedo, porque sé que si me fundo con el mundo, ya no habrá marcha atrás y ese es un precio que no estoy dispuesto a pagar. Debo seguir acá, siendo el mismo, así a veces no me soporte; lo hago por mí, por los míos, por el niño que fui y por la persona que, mal que bien, seré en un futuro, en caso de que haya futuro.

Entonces, vuelvo al acto de escribir. Pero hoy es diferente: no escribo de adentro hacia afuera, buscando expresarme, sino de afuera hacia adentro, buscando entenderme. Escribo para poder contemplar mis pensamientos sin ser atacado por ellos, como quien observa el caos de una ciudad lluviosa y peligrosa desde la ventana de su apartamento. Quizás esto sea lo más parecido a escapar de mi cuerpo.

Hola, querida ansiedad: siéntate a mi lado y veamos como las gotas se estallan contra el pavimento. Ya tendremos mucho tiempo para no existir cuando no haya otra alternativa.

Fotografía aportada por el autor.